Música ~ Chubby Cheker.
Horario ~ Tarde.
El día de ayer me animé a acompañar a Garu a una de sus quedadas con las artesanas con las que comparte su afición por los abalorios, fimo y demás materiales artesanales para crear distintos tipos de joyería.
Nos levantamos a eso de las 6 de la mañana, pues debíamos estar en la estación de autobuses a las siete menos cuarto, yo tenía que comprar mi billete a Pamplona y preferíamos llegar con tiempo. Tras la compra del billete y las presentaciones de las compañeras de Garu que también se habían apuntado a la reunión tomamos el autobús a las siete de la mañana, un viaje de dos horitas y llegaríamos a nuestro destino. En el bus simplemente me dediqué a dormir para llegar lo más descansada que pudiera, pues había dormido unas escasas cuatro horas. Durante el trayecto las artesanas conocieron a otra participante del evento. Yo de poco me enteré, pues me pasé las dos horas prácticamente semidormida, no dormida del todo, pues mis acompañantes no dejaban de hablar entre ellas sobre todo tipo de temas de artesanía.
Llegamos a Pamplona a las nueve de la mañana, anduvimos hasta una parada cercana de bus urbano, el cual nos llevaría al recinto donde se había organizado la convocatoria. Tras bajar del autobús y cruzar un extenso parque (muy agradable, por cierto) llegamos a nuestro destino. Decidimos desayunar en uno de los bares que habían al lado mientras esperábamos a las chicas restantes. Un pincho de tortilla de patata de dudosa calidad y una cocacola fueron suficientes para terminar de despejarme. Y una vez ya nos encontrábamos todas reunidas nos internamos en el recinto. Había reservado una enorme sala con tres ventanales que ocupaban una de las paredes. El día estaba nublado, sin embargo la luz que traspasaba la cristalera era más que suficiente para que el ambiente fuera más agradable y tranquilo.
La mañana haciendo cositas fue más bien aburrida, en la quedada se habían puesto de acuerdo para trabajar con fimo, una arcilla polimérica para modelar. Algo así como la plastilina, pero que una vez horneada se queda completamente dura. Garu anduvo explicándome un par de cosillas para que me iniciara un poquito, porque yo había acudido a la reunión como "chica-pegote" y no sabía absolutamente nada del tema. Los resultados fueron normalillos, pero quedé satisfecha, para ser la primera vez que hacía algo con fimo no estuvo tan mal. Pasadas las dos y media de la tarde nos fuimos a comer. Estuvimos en otro bar comiendo unos bocadillos, no tardamos más de tres cuartos de hora, pues las artesanas querían aprovechar el mayor tiempo posible compartiendo técnicas y realizando nuevos anillos (los anillos fueron el tema principal de la reunión).
De nuevo en el aula probé una técnica con relieve, ciertamente me entretuve bastante haciendo el supuesto anillo y los supuestos pendientes, y me animé todavía más cuando una vez fuera del horno vi que habían quedado bastante bonitos. Garu por su parte me dijo que iba a comenzar a probar las transferencias, yo le dije que haría lo mismo. La verdad es que transferir una imagen a fimo o a cato (el cato es un material igual al fimo, únicamente es más duro y por lo tanto a la hora de modelarlo es bastante mejor) es bastante sencillo, simplemente hay que colocar la imagen a trasferir bocabajo sobre el fimo, echar agua encima (con un pulverizador a ser posible) y comenzar a frotar con el dedo hasta haber quitado las fibras del papel. Me encantó la técnica de la transferencia, trabajar con imágenes me parecía más entretenido y los resultados desde luego eran más bonitos. Conseguí hacer un broche precioso, hasta Garu me felicitó, y la verdad es que yo quedé enormemente satisfecha.
La tarde fue todo lo contrario a la mañana, las horas se me pasaron en un santiamén, e incluso al final, cuando ya debíamos recoger todos los utensilios para marcharnos, nos faltaba el tiempo. Fue una tarde muy entretenida y las compañeras que estuvieron con nosotras gente muy amable así que me alegro mucho de haber asistido.
Dadas las ocho menos cuarto nos dirigimos al autobús urbano que nos llevaría de vuelta a la estación de autobuses de Pamplona. A las ocho y media partíamos de nuevo rumbo a Bilbao y llegamos a las diez y media. Garu y yo estábamos completamente agotadas, sin embargo ella, tras dejar los trastos en casa, salió un ratito con su novio y los amigos, yo sin embargo me quedé en casa descansando, descansando lo que pude, porque para variar en el piso había fiesta, era el cumpleaños de mi compañero y había invitado a una cantidad ingente de personas a celebrarlo.
En resumen, el día fue muy entretenido, la gente fantástica y los resultados de trabajar con el fimo satisfactorios para mi nivel de novata.
Dejo una foto de lo que realicé durante el día de ayer.
Y bueno, eso es todo por hoy, dentro de tres días comienzan las vacaciones de Semana Santa, espero pasarlo bien con mis amigos, que aprovechando la semana y media escasa que tenemos de vacaciones supongo que unos cuantos de los que están fuera regresarán de nuevo.
Volveré con nuevas noticias.